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Dinosaurios de Isona

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1. Territorio Los dinosaurios que vivieron en la tierra hace 150 millones de años ocuparon todos los nichos ecológicos terrestres y dieron lugar a la evolución de otras especies de dinosaurios en numerosas formas, tamaños y morfologías. Los dinosaurios pertenecen a la clase de los reptiles, concretamente al grupo de los reptiles diápsidos, los cuales se caracterizan por tener dos pares de orificios en el cráneo detrás de las órbitas. Los dinosaurios se diferencian del resto de los reptiles porque son exclusivamente terrestres y porque sus extremidades tenían una posisión vertical respecto al cuerpo como la de los mamíferos y las aves y no en lateral como en los cocodrilos. Un grupo de dinosaurio en su proceso evolutivo dió lugar a las primeras aves. Su extinsión aún está en proceso de hipótesis. En la Comarca lindante a la Noguera, la de Pallars-Jussà otros jacimientos de pisadas de dinosaurios se han encontrado en materiales del Cretacio Superior que afloran en el extenso territorio de la Conca Dellà. Se trata del jacimiento de Orcau 2 muy cerca de la población del mismo nombre en el antiguo camino con Basturs. Otro yacimiento es el de Abella de la Conca 1 esta situado cerca del barranco de Les Costes al Sud-Oeste del poblado de Abella de la Conca. Los materiales de origen continental de esta zona de finales del Cratáceo tiene diferentes formaciones geológicas agrupadas en el sector del Grupo Tremp. Los yacimientos de rastros de dinosaurios encontrados en la Comarca de La Noguera están situados en la zona Norte de la misma dentro de la unidad geográfica de las sierras Marginales. Es en esta zona donde se han encontrado los restos fósiles de dinosaurios entre las rocas que afloraron del Cretáceo Superior de 75 y 65 millones de años. Dos de los principales yacimientos de restos y pisadas fosilizadas son La Massana y la Carretera de Doll de 73 millones de años. Los yacimientos están al costado de la carretera C-13 dentro del término municipal de Camarasa. Mientras que el yacimiento de la Mata del Viudà de 65 millones de años se encuentra en la población de Millà en el término municipal d' Àger. La mayor parte de los materiales del Cratáceo son de orígen marino y conservan abundantes restos fósiles de organismos invertebrados. Al final del Cretáceo se inicia el levantamiento de los Pirineos. El mar que cubría la zona se retira hacia el Oeste lo que originó una importante cantidad de materiales de orígen continental con el consecuente desenvolvimiento de deltas, ríos, lagos y lagunas. Estos materiales se agruparon dentro de la Formación o Grupo Tremp formada por arenisca, arcilla y piedra caliza. En esta formación del terreno se han encontrado registros fósiles que incluyen restos óseos, pisadas y huevos de dinosaurios, a demás de otros organismos vertebrados que convivieron con los dinosaurios. Dentro de la Formación Tremp (lugar de los yacimientos) a demás del Periodo Cratáceo se encuentra también el Periodo Terciario de 65 millones de años y marca de la extinción de los dinosaurios y de otros organismos de esa Era. La transformación del terreno dió paso a los Pirienos y fin a los dinosaurios. Las pisadas del yacimiento de La Massana se conservan sobre suelo de estrato calcáreo de color gris claro, este estrato calcáreo se formó bajo el fondo de un pantano de poca profundidad donde crecen numeroso vegetales semiacuáticos. Se conservan unas 900 pisadas en unos 1.200 m2. Las pisadas tienen unos 35 a 75 cm de diámetro. La morfología nos habla de grandes dinosaurios Saurópodos del grupo de los Titanosaurios. La mayoría eran dinosaurios herbívoros y tenían las patas de atrás más voluminosas que las de adelante. En el yacimiento de La Mata del Viudà se conservan pisadas de dinosaurios del grupo de los Hadrosauros, eran herbívoros y podían caminar tanto en dos como en cuatro patas. Las pisadas que se conservan son producto de las patas traseras. Sus patas traseras tenían tres dedos amplios y redondeados, mientras que las patas delanteras tenían dedos más pequeños y ovalados. La Formación Tremp es uno de los mejores yacimientos de Europa. La zona incluye materiales de orígen calcáreo, conglomerados, arenisca y arcilla de color rojo oscuro que se depositó en el fondo de los antiguos lagos, ríos y torrentes que conservan importantes restos paleontológicos de dinosaurios y de otros seres de la misma época. En el "Museo Municipal" se pueden ver elementos prehistóricos, vestigios de dinosaurios u otros vestigios de nuestra era como objetos íberos y romanos.
2. Conca Dellà Los hay de diversos grupos.
- Por clasificación taxonómica del dinosaurio más grande de La Conca es de nombre Hypselosaurus, de la familia Titanosauridae, del subórden Sauropodomorpha, del órden Saurisquia. De unas dimensiones de 3 y 10 metros, de entre 3.000 y 8.000 Kg. Cuadrúpedo herbívoro que comprendía animales de diversas tallas. Su ámbito de vida era pacífico.
- En cambio el dinosaurio encontrado en Els Nerets la clasificación taxonómica es de nombre Orthomerus sp, de la subfamilia Hadrosaurinae, de la familia Hadrosauridae, del subórden Ornithopoda, del óden Ornitischia. Cuyas dimensiones eran de 3 y 4 metros, con un peso de entre 2.500 y 3.000 Kg. La parte delantera de la mandíbula era de forma de pico de pato, lo cual le servía para rebuscar alimento en el fondos pantanosos.
- En cuanto al dinosaurio de Isona la clasificación taxonómica es de nombre Pararhabdodon Isonense de la familia Iguanodontia Incertae Sedis, del Subórden Ornithopoda y del Órden Ornitischia. Se trata de un dinosaurio bípedo, herbívoro y de talla mediana, de entre 4 y 6 metros y de 3.500 Kg. de peso. El estudio de las vértebras del cuello nos revelan que podía girar el cuello de derecha a izquierda y viceversa, podía estirarlo y enrollarlo de la misma manera que hacen las jirafas actuales.
3. Existencia Fue de 150 millones de años De los cuales solo 2 millones de años, un significativo grupo de dinosaurios viveron en la Conca. En tiempo de los dinosaurios el territorio se extendía en planicies, el clima era tropical, cálido y húmedo con una vegetación exuberante. El paisaje actual está formado por rocas sedimentarias que han aflorado con restos fosilizados. Dentro de estas rocas deformadas y reformadas alrededor del levantamiento de Los Pirineos se encuentran los restos de huesos, huevos y pisadas de dinosaurios. Con mucha recreación podemos llegar a imaginar como era el espacio donde los dinosaurios se movían hace 67 millones de años en esta región. Hablamos del Periodo Maastrichtià. Las sierras de Sant Corneli y Montsec fueron de las primeras en emerger en Los Pirineos y en medio de estas dos sierras en un gran valle se encontraban los dinosaurios que habitaban La Conca Dellà. El fin de los dinosaurios se remonta al inicio de la formación de Los Pirineos, sistema montañoso formado a lo largo de 30 millones de años como resultado de la colisión entre las placas tectónicas Ibérica y Europea. Los restos de dinosaurios de esta región se encuentran en sedimentos que se caracterizan por su predominante color rojo teja. Pruebas directas e indirectas Testifican la existencia de los dinosaurios.
- Pruebas directas son los restos fosilizados de partes de sus cuerpos, como huesos, dientes y piel. El estudio en general se centra en cada elemento encontrado para determinar la arquitectura ósea del dinosaurio, su masa muscular, clasificar las funciones anatómicas del dinosaurio y concretar o realizar hipótesis de sus modos de vida.
- Pruebas indirectas están conformadas por huevos, pisadas y piedras fosilizadas. Las pisadas fosilizadas nos revelan si era bípedo o cuadrúpedo, si tenían pezuñas, como eran sus uñas o las dimensiones de sus dedos.
Con las pisadas también se puede estimar la talla, peso y velocidad que alcanzaban. La dirección de las pisadas da idea de su comportamiento social, p.e. se han encontrado grupo de pisadas en rebaño en lugares de pastura, lo cual ha permitido suponer que iban a pastar o migraban en grupos familiares. Un singular hallazgo es el de un dinosaurio que perseguía a otro para comérselo. Las pisadas fosilizadas se las llama icnites y la ciencia que estudia esta imprentas fosilizadas se la llama Paleoicnología. En cuanto a la reproducción, estos animales ponían huevos tal y como hacen hoy día reptiles y aves. Los dinosaurios hacian nidadas pero no encubaban debido a su enorme peso. Para solventar ese problema ponían los huevos en la tierra y los cubrían con tierra y materia vegetal para conservar el calor, así se producía el proceso de fermentación que desprendía el calor necesario para que los huevos desarrollaran normalmente los embriones.
Hay unos 300 mil huevos. Algunos ejemplares se hallaron en la población de Llordà. Se trata de 7 huevos en un nido lineal c/u de unos 3-4 Kg. Las características morfológicas de los huevos era de forma subesférica, de unos 20 cm de diámetro. La nidada se había inundado de agua y los embriones murieron sin desarrollarse. Al estar cubierta de lodo la nidada se fue fosilizando con el endurecimiento de la tierra. 70 millones de años después el terreno se elevó abriéndose con la erosión y quedaron al descubierto. Los expertos arrancaron el trozo de terreno con la nidada, los protegieron con espuma de poliuretano y lo transportaron al laboratorio donde fue restaurado y posteriormente trasladado al museo. Uno de sus pueblos más característicos es Abella de la Conca. Situada entre valles en la orilla oriental de la cuenca de Tremp. Comprende los altos valles del río de Abella afluente del río Conques en su margen derecho y del Río Rams en su márgen izquierdo. El valle d' Abella se encuentra encajonado entre las sierras de Boumort y Carreu, mirando al valle del Río Puials. El pintoresco detalle de este pueblo se encuentra en un sector de las casas de la villa semiexcavadas en la roca. Toda la región esta plagada de objetos y significativos elementos. Otro importante pueblo es Isona i Conca Dellà capital de la Comarca de la Noguera donde se conservan los restos de la muralla romana del S. I. También se pueden visitar los hallazgos de la villa romana de Aeso del S. I en la excavación que se lleva a cabo actualmente. Elementos romanos y medievales pululan por toda la comarca. Asentado sobre la Vila está el castillo hoy en ruinas que hace siglos fue el centro de la Baronía de la Conca Dellà. En la zona podemos vistar la antigua iglesia parroquial de San Esteban de estilo románico del S. X del año 1.141. Conformada por tres naves y un campanario adosado de planta cuadrada, ornamentado con arcuaciones lombardas al igual que los tres ábsides. Otros monumentos de orígen románico son la iglesia de Santa Maria de Calberola, la Iglesia de Santa María de Isona y la Iglesia de Santa María de Covet. Otros elementos religiosos de interés son un magnífico retablo gótico de la iglesia de La Piedad obra de Pere Serra pintado alrededor del año 1.375 y el Retablo de La Piedad del S. XV.
4. Estudios científicos Los científicos Marsicano de la UBA, Jeff Wilson de la Universidad de Michigan y Roger Smith del Museo Iziko de Sudáfra, usaron un escáner láser de mano y obtuvieron un mapa en tres dimensiones de la superficie con las huellas, con muy alta resolución. Ese mapa en 3D permite, en una pantalla de computadora, mover las imágenes y darles relieve. Seleccionaron dos secuencias de huellas de unos 15 metros de longitud correspondientes a dinosaurios de dos grupos diferentes: los terópodos, que es un grupo de dinosaurios carnívoros y exclusivamente bípedos, y los ornitisquios, que son dinosaurios herbívoros, tanto cuadrúpedos como bípedos. Ambos provienen de un ancestro común, pero las huellas de Lesotho, que tienen unos 200 millones de años de antigüedad, muestran que ambos grupos ya tenían comportamientos locomotores muy diferentes en las etapas tempranas de su evolución. En palabras de los científicos: "Eso significa que, en ese momento, ya estaban muy diversificados y diferenciados". Los registros más antiguos de dinosaurios son de unos 220 millones de años.
— Huellas en Sudáfrica Se trata de unas pisadas descubiertas por un misionero francés en las décadas de 1960-1970 en Lesotho, Sudáfrica. El Centro de Divulgación Científica, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA junto a un grupo de científicos: Claudia Marsicano de la UBA, Jeff Wilson de la Universidad de Michigan y Roger Smith del Museo Iziko de Sudáfrica han realizado un estudios sobre el desplazaminto de los dinosaurio en un jacimiento de Sudáfrica. Infirmación recogida en lanación.com.ar.
— Pisadas descubiertas son más de 250 pisadas de distintas especies de dinosaurios. Ahora, un equipo de paleontólogos -un estadounidense, una argentina y un sudafricano- fue al sitio para estudiarlas en detalle. En particular, analizaron las huellas de dos animales que caminaron en sentido contrario. Esas pisadas mostraron comportamientos diferentes, en particular al tener que enfrentar una ladera resbalosa. Los resultados se publicaron en Plos One. Según la Dra. Claudia Marsicano del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA: "Estudiar las huellas resulta muy interesante porque es como ver a los animales en vida, uno los ve andar. Dan una información que los huesos nunca van a ofrecer... Uno puede reconstruir un esqueleto pero no dispone del correcto encaje de los huesos ni de toda la capacidad de movimiento que tenían esos animales. Las huellas dan esa información".
— Perdurabilidad de las huellas Para que las huellas perduren en el tiempo, la superficie tiene que haber tenido un grado de humedad adecuado y, además, luego de imprimirse, haberse cubierto rápidamente. En este caso, estuvo cubierta por algas, que mantuvieron el sedimento cohesionado y con una humedad "ideal" para que las huellas quedaran preservadas. Después de su impresión, se cubrieron con sedimentos finos que trajeron las aguas del río al inundar la zona. Si las huellas hubieran estado expuestas mucho tiempo, la lluvia y el viento las habrían borrado. Por ejemplo, la costa de un río o un lago ofrece el entorno ideal para que las huellas perduren. Las pisadas de Lesotho están, precisamente, a lo largo de lo que fue la orilla de un río sinuoso y evidencian que los animales se dirigían hacia el agua para beber o bañarse. Pero para eso tenían que salvar un pequeño desnivel, una ladera barrosa y, seguramente, resbaladiza. La Dra. Marsicano dice: "Las diferencias en las pisadas nos dicen que cada uno de los animales empleaba estrategias diferentes para no caerse". El ornitisquio superó la ladera caminando agazapado con sus patas separadas y apoyándose también con sus manos y, una vez salvado el obstáculo, se irguió y continuó su caminata en dos patas. Por su parte, el terópodo no abandonó en ningún momento su posición bípeda y, en cambio, clavó sus garras en el suelo para no caerse. La Dra. Marsicano: "Cada uno de los dinosaurios, frente al mismo problema, muestra comportamientos totalmente diferentes para poder estabilizarse mientras camina en una superficie resbaladiza. Estudiando sólo los huesos eso no lo hubiéramos deducido".
— Direccionalidad de las huellas El hecho de clavar las garras para subir superficies inclinadas es típico de varios grupos de aves, que, precisamente, son herederas de los terópodos. Lo cierto es que las garras de los ornitisquios son más cortas que las de los terópodos y no son curvas. La Dra. Marsicano: "Lo interesante es que el terópodo no apoyó las manos en ningún momento de su trayectoria; tampoco se agachó ni separó sus patas para darse más estabilidad". Los dos grandes grupos de dinosaurios poseen una cadera muy diferente, lo que tal vez permitió a los ornitisquios una mayor capacidad de movimiento en sus patas a nivel de su cadera, de manera que podían separarlas y caminar agazapados. El estudio de huesos fósiles de los ornitisquios muestra que, en la etapa posterior al tiempo de las huellas de Lesotho, desarrollaron formas totalmente cuadrúpedas como otras bípedas. "Estas huellas indican que ya para el Jurásico muy temprano los ornitisquios podían fácilmente cambiar su forma de locomoción (de cuadrúpeda a bípeda) según sus necesidades. En cambio, los terópodos nunca abandonaron su postura bípeda erguida. Y su manera de sostenerse clavando las garras en la superficie inclinada está de acuerdo con una de las ideas sobre el origen del vuelo en las aves: que los ancestros terópodos de las aves aprendieron a volar aleteando mientras trepaban superficies inclinadas clavando sus garras", concluye Marsicano. (Centro de Divulgación Científica, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1203101&origen
=NLCien)

— Cómo llegar? Ruta a Isona i Conca Dellà
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